lunes, 30 de mayo de 2011

Revisitando clásicos: Scaramouche

Este fin de semana ya tenía yo película preparada para la sección (que ya iba tocando, puesto que no os daba la lata con mis antiguallas desde Semana Santa) cuando de repente el domingo por la tarde haciendo zapping me encuentro en La Sexta3 (que lleva camino de ser un apuntador excelente para esta sección) el final de Scaramouche, película que he visto innumerables sábados por la tarde de mi infancia y adolescencia y que, aunque sea un pelín ñoña, me encanta y creo que merece sin duda un huequecito en esta sección.
Y es que señores, Scaramouche es una película de aventuras y espadachines estupenda y un entretenimiento maravilloso y sin complicaciones para una tarde gris. Viene siendo un Piratas del Caribe de la época (tened en cuenta a la hora de valorar esta afirmación que esta película es de 1952), aunque Stewart Granger es bastante más sosete que Johnny Depp, porqué no decirlo.
En cuanto al argumento, explica la historia de André Moreau, un huérfano criado por una familia acomodada de Francia, cuyo origen se intuye noble y alrededor del cual se crean una serie de malentendidos, enredos e historias de venganza y amor que, como no podía ser de otra manera siendo una película de aventuras del Hollywood de la época, acabaran bien.  En resumen, el film se mueve alrededor de la venganza que André promete a su amigo Phillippe de Valmorin, cuando éste muere a manos del Marqués Noel de Maynes. Noel está también a punto de matar a André, pero este consigue huir y refugiarse en una compañía de teatro donde interpretará a Scaramouche, a la par que aprende esgrima para poder vengar a su amigo con la misma arma que acabó con su vida: la espada.
A parte de tener un argumento entretenido (repito, un poco ñoño, porque la historia de amor entre Vivien Leigh y Stewart Granger a ratos es demasiado empalagosa) creo que es destacable el colorido de las imágenes y la viveza de los colores del vestuario, que también pueden predisponer con buen ánimo al visionado de la película a aquellas personas que le tienen alergia al blanco y negro (mi señor hermano, sin ir más lejos)
Los actores también son memorables, desde Stewart Granger a Mel Ferrer, pasando por Janet Leigh y Eleanor Parker, que está impresionante en su papel de actriz de vodevil perdidamente enamorada del sinvergüenza Scaramouche. En este sentido debo decir que no me extraña, puesto que uno de mis mitos preadolescentes fue precisamente Stewart Granger, del que me enamoré perdidamente en esta película. Por aquella época también veneraba a Rock Hudson, así que podéis ver que siempre he sido un pelín rarita y de dónde me viene la vena clasicona.
Debo añadir, además, que viéndola de nuevo el domingo identifiqué otro MEME que debería haber puesto en mi lista: la pelea de espadas entre André Moreau y Noel de Meynes, que sin duda podría ser una de las mejores escenas de lucha/pelea del cine, aunque no sea a puñetazos.
Así pues, aunque sea una película más bien sencilla y de entretenimiento (que de eso se trata el cine, al fin y al cabo) creo que tiene muchas virtudes y que, por lo tanto, aquí tenéis una película para revisitar “a perpetuidad” ;P

jueves, 26 de mayo de 2011

Kung-Fu Panda - Animación desde otro punto de vista

Pequeño saltamontes… ¡De eso nada! ¡Gran Panda!

Se acerca el verano, época de viajes…así que yo también me dispongo a viajar. Ésta semana cojo vuelo hasta el lejano oriente para adentrarme en una de las culturas más ancestrales del planeta de la mano de un oso panda, ¿te apuntas?



“Kung-Fu Panda” es una de esas películas que sin ser malas, no te llenan. Es divertida, con muchos momentos graciosos que aunque quizá no te hagan reír a carcajadas si te sacarán una sonrisa. Es amena y entretenida, ya que en ningún momento pierde fuelle como les pasa a muchas películas de animación, y además tiene una calidad técnica que despliega ante el espectador paisajes maravillosos y personajes extraordinariamente bien logrados.

Su argumento, sencillo, te mantiene pegado a la historia durante toda la duración del film, ya que los comentarios graciosos y los momentos divertidos no paran de sucederse durante la película.

Quizá lo más llamativo de “Kung-Fu Panda” es la parodia que hace de las películas de artes marciales, pasando desde momentos que recuerdan a “Kill Bill” a otros que evocan más a las películas de Jackie Chan.

Los personajes, sin tener grandes personalidades, son simpáticos y carismáticos, y uno simpatiza con ellos desde el primer momento (en gran parte por la calidad de la animación que dota de gran realismo sus gestos a pesar de ser animales…), sin embargo no exprime ni saca todo el partido a algunos personajes que en mi opinión, a pesar de ser secundarios para la trama, podrían haber dado más chispa a la historia si se hubiese profundizado un poco más en ellos (por ejemplo “Los cinco furiosos”).

Y a pesar de todo esto, nuestra película de animación de ésta semana fue toda una sorpresa allá por el año 2008 cuando se estrenó. Primero sorprendió a los espectadores, que en la mayoría acudíamos no muy convencidos a las salas a ver una película que sospechábamos que nos iba a decepcionar…DreamWorks no era Pixar. Por otro lado, la otra sorpresa la dieron los propios estudios DreamWorks, regalándonos éste film en el que demostraron que estaban a la altura de Pixar en cuanto a calidad de animación se refiere.

En fin, que “Kung-Fu Panda”, sin ser una obra maestra del cine de animación sí es una película recomendable y una opción para pasar un buen rato, tanto si tienes menos de 13 años, como si tienes alguno (o muchos) más.

martes, 24 de mayo de 2011

Héroes de papel - 300

Hoy nos alejamos por una vez de las películas de superhéroes, aunque eso no quiere decir que en la película a la que hoy va dedicada la sección, 300, no vayamos a encontrar épica, y mucha.


La trama de la película transcurre en un corto lapso de tiempo, el que dura una batalla. Y es que eso es 300, ni más, ni menos, la explicación de una batalla, mítica donde las haya, la de los 300 espartanos del rey Leónidas, que resistieron en el estrecho paso de las Termópilas a las incontables huestes de Jerjes, el rey de los persas, y que sirvió para dar tiempo a organizarse a los ejércitos de las demás polis griegas.

Como sabréis, 300 se estrenó en el año 2007, y su director fue Zack Snyder, del que ya destacamos su buen hacer en Watchmen. Y en ese sentido, aunque a mi parecer 300 queda lejos de la película que cuenta las andanzas de los Minutemen, muestra el mismo respeto por la esencia del original, si obviamos algunas variaciones de la trama a las que la industria nos tiene por desgracia ya acostumbrados.

Tengo que decir que cuando vi por primera vez 300 no había leído el original de Frank Miller. Había odio hablar de él, muy bien, como de otras obras suyas, Sin City o Ronin entre ellas, pero ni la serie limitada ni la posterior recopilación, en formato de novela gráfica, de 300 no habían llegado a caer en mis manos. Como ya he dicho en alguna ocasión, para mí la fidelidad al original es un elemento muy importante a la hora de juzgar las adaptaciones que se hacen al cine de obras del noveno arte y, como no había leído el cómic, pues vi la película con los ojos de un espectador no iniciado. Lo que más me llamó la atención fue la estética y la ambientación, con esos tonos más bien apagados, aunque abundan los claroscuros, y en los que destaca sobretodo el rojo de las capas de los espartanos, y de la sangre, que brota a raudales por doquier, o las imágenes de las características filas de los espartanos, erizadas de lanzas y espadas. Al margen de eso, 300 me pareció una buena película de acción, bastante entretenida, aunque en algún momento llegara a encontrar demasiado largas las escenas de lucha, alguna de ellas de estética bastante videoclipera, y quizás algunos excesos en cuanto a las dosis de violencia. Eché a faltar, también, un poco más de trasfondo histórico y un pelín más de profundidad en los diálogos. De hecho, casi la película le gustó más a Reichel, por el tema de las famosas “tabletas de chocolate” que lucen los espartanos, que al margen de la capa y el casco visten poco más que un taparrabos; una expresión, esta de las “tabletas”, que irremediablemente vuelve a su boca cada vez que sale a colación la película. Huelga decir que la ambientación y la atmósfera que recrea la cinta se debe a que buena parte de ella está rodada con la técnica de superposición de croma, y que en el film abundan los efectos especiales y elementos hechos a base de ordenador.

Pero cuando leí el cómic, la película adquirió una nueva dimensión para mí, ya que pude valorar el buen trabajo hecho por el equipo dirigido por Snyder, que muestra una gran fidelidad por el original, especialmente en lo que se refiere al aspecto visual; esa fidelidad que por desgracia tanto se hecha a faltar en muchas de las adaptaciones de cómics que nos está ofreciendo últimamente Hollywood. Leyendo la novela gráfica me di cuenta de que 300, la película, no era mucho más, pero tampoco mucho menos de lo que era el cómic de Miller (de hecho, en este sentido, cabe destacar que el propio Miller participó en el rodaje de la película, como productor ejecutivo y consultor): 300, la película, es violenta porqué la novela gráfica lo es, y si a los espectadores del cine no se le dieron demasiados referentes históricos, o poco más que no fuese músculos, acero, sangre y testosterona es porqué eso es precisamente lo que se encontraron los lectores en 1998 cuando se publicó por primera vez la serie limitada. Pero lo que más me admiró es que la película reproduce, plano a plano, las viñetas del cómic, de manera que se pueden encontrar innumerables escenas que son calcadas a los dibujos de la novela gráfica. Se trata de momentos clave, que en el cómic se presentan como una sucesión de imágenes icónicas, y que en la película se ponen en un contexto de movimiento.


En definitiva, la impresión principal que me queda de la película es que 300 es una fiel adaptación de lo que es, ni más ni menos, que la explicación de una batalla, repleta por tanto de acción y excesos en cuanto a las dosis de violencia, y con sangre que brota a raudales por sus páginas, y que ahora también surge a borbotones de las pantallas.

lunes, 23 de mayo de 2011

Moon


Debo decir que, cuando mi señor hermano me propuso ver Moon para criticarla conjuntamente pensé que iba a ser un rollazo poco menos que de serie B (perdona Rudu, sin acritud), pero ha resultado ser un film sorprendente.
Estamos en la Luna, con el trabajador de una compañía que explota los recursos del satélite para generar energía limpia en la tierra. Sam Bell está solo y pasa allí los últimos días de su contrato de tres años, incomunicado y con la única compañía de Gerty, un robot que tiene como misión principal cuidar de él y que se toma su misión muy en serio. La voz de Gerty la interpreta Kevin Spacey, lo cual es un incentivo más para los que os inclinéis por verla en versión original. La empresa y la familia de Sam se comunican con él a través de vídeos grabados (por lo tanto, en diferido, por así decir), puesto que las comunicaciones en la base llevan desde el primer día bloqueadas y nadie se ha acercado a repararlas, cuestión que deviene profundamente sospechosa, sobretodo después de la observación de un par de detalles que se escapan y a los que Sam asiste con un punto de sorpresa.

Moon tiene una atmósfera claustrofóbica e inquietante que ya te lleva a pensar desde el primer momento que de ahí no puede salir nada bueno, pero desde luego no esperas en absoluto que la historia siga el rumbo que toma. Aunque tiene un ritmo desigual, hay que destacar que es capaz de mantener la atención y el suspense durante la mayor parte del metraje. Además los freaks de la ciencia ficción seguramente le encontraran algunos fallos (en los que no entraré para no hacer algún espoiler), pero aún así, a mi me ha parecido bastante
interesante.

Hay muchos temas a valorar y de los que hablar en Moon, pero para mi gusto, si entrara en ellos haría espoiler y, por lo tanto, prefiero comentarlo con vosotros después en los comentarios, si es que la habéis visto.  

Como curiosidad, decir que el director es el hijo de David Bowie, que se presenta bajo el seudónimo de Duncan Jones y que no quiso contar con ningún actor famoso para esa película, con la excepción de Kevin Spacey, al que le ofreció el papel de “Gerty” después de su insistencia.

Recomendable.

Raquel
Nota: 6,7



Esta semana nos toca comentar la última recomendación de Nina, la supuesta “experta cinéfila” del blog, le pedí que me recomendará una película ella que conoce mis gustos y ha visto bastantes más que yo y no se le ocurrió otra (bueno en realidad si, otras 2 pero esas aún no las he degustado) que Moon. 

Cabe decir que cuando me he enteré de que era del mismo director que “Código Fuente” (película que tengo aún pendiente de ver pero que mucha gente me recomienda) albergaba una esperanza de que me gustará bastante, pero no ha sido así, tampoco diré que me haya horrorizado, pero ha pasado delante mío sin pena ni gloria, no creo que la recuerde mucho tiempo aunque tampoco pretenda olvidarla rápido como algunas otras que he visto no hace mucho.

La trama nos lleva a un futuro no muy lejano en el que la tierra es abastecida en un 75% de energía limpia procedente de la Luna, para ello la empresa Lunar, tiene destinado a un trabajador en sus instalaciones en la cara oculta de la luna para que vaya enviando el Helio3 y así ir abasteciendo a la tierra de energía limpia.
Según vaya avanzando la película se irá descubriendo el pastel, aunque a mi parecer creo que da muchas vueltas sobre lo mismo, no avanza, una vez que el protagonista descubre lo que está pasando en la base de “Lunar” me parece como que se repite demasiado, hasta casi el final que avanza, aunque tampoco demasiado, cabe decir. Tambien he de decir, que para mi gusto hay algo en el final que no explica todo lo claro que me gustaría lo que ocurre con el protagonista que queda en la luna, más bien, el porqué de ese final, pero bueno, quizás sea cosa mía.

Como puntos a favor destaco las imágenes cuando el protagonista sale fuera del recinto y se ve el espacio y el suelo lunar, así como también me ha hecho gracia la máquina que tiene de compañero Sam, una máquina con inteligencia propia, que es capaz de entablar conversaciones y lo más gracioso es que con un iconito sabes si habla alegre, asustado, triste…  Soy excesivamente simple XD.

En definitiva, no es la película de mis sueños, no tiene una trama demasiado compleja ni muy diferente a algo ya visto, quizás el contexto, pero no se hace pesada y durante una hora y media te parece que estas en la luna..

Puntuación 5,5
Rudu


sábado, 21 de mayo de 2011

Películas que ya deberias haber visto - Celda 211

Hoy me voy a estrenar con “Películas que ya deberías haber visto” con una que ya vi hace tiempo, pero que he “re-visto” en los últimos días y que no puedo menos que recomendarla por si alguno no la ha visto, el film en cuestión es “Celda 211”, del año 2009, dirigida por Daniel Monzón, ganadora de 8 Goyas, entre ellos Mejor Película y  Mejor Actor, y con un buen reparto como Luís Tosar, Alberto Ammann o  Antonio Resines.



Si hay que destacar algo de esta película, sin duda son las grandes actuaciones de los actores pero sobre todos destaca el papelazo que hace Luís Tosar con su personaje de “Malamadre”,  el matón de la cárcel, que se convierte en el líder de la rebelión. La verdad que solo con la caracterización ya da un poco de respeto, pero al escucharle hablar, ya sobrepasa el respeto para pasar casi al miedo, si realmente lo tuviera delante pasaría verdadero  miedo.

Pero bueno, la historia que nos cuenta la película no es la de Malamadre, aunque sea uno de los personajes principales, sino nos cuenta la historia de Juan, también bautizado como Calzones por los presos (Ammann), un funcionario de prisiones que acude a su primer día de trabajo y  que se encuentra dentro de la cárcel en el momento en que salta la revuelta. Al ser el primer día de trabajo, y no ser conocido por los presos, Juan se intentará (y conseguirá) pasar por preso, de la celda 211, durante el tiempo que dura la rebelión, hasta convertirse en la mano derecha de Malamadre durante la misma, siendo él al que envía en alguna ocasión a negociar con los guardas.

También me parece meritorio el personaje interpretado por Antonio Resines, como guardia de la cárcel, hace tan bien el papel de “policía desalmado”  que ya desde los inicios hace que sientas un poco (o mucho) de resentimiento hacia él, hasta el final de la película donde el resentimiento para a cotas superiores. Vamos en general las actuaciones son todas muy buenas, como ya he dicho al principio.

Como detalle me gustaría destacar el enfoque de la película sobre los presos de ETA (también llamados “los amigos del norte”), como las autoridades están más preocupadas en garantizar la seguridad a los presos de ETA del resto de presos que sacar de allí o  proteger por encima de todos a un miembro del propio cuerpo de seguridad.

En definitiva, un film muy recomendable, con altas dosis de tensión, grandes interpretaciones rodeados de nuestros amigos “El Tachuela”, “Mapache”, “Malamadre”, “El calzones”...

jueves, 19 de mayo de 2011

El jorobado de Nôtre Dame - Animación desde otro punto de vista

“En esta cara no puede haber ni un poco de luz celestial…”

Tenía olvidada ésta película desde hace años que la vi.…y el otro día por casualidad haciendo zapping me topé con ella, y me enganché al sofá para revisionarla. Total, que casi por casualidad nos vamos a París, a visitar a “El jorobado de Nôtre Dame”.




Ésta es una de esas películas Disney que casi todos tenemos en mente por ser una de su época triste y floja (de hecho yo la tenía catalogada como tal desde hacía años), sin embargo, viéndola después de ese tiempo me he dado cuenta de quizá “El jorobado de Nôtre Dame” sea una de las películas más adultas de animación que haya creado la factoría Disney y que ha quedado fuera de la categoría de los grandes clásicos por la mala acogida que tuvo en taquilla.

Y digo que esto porque ahora, recién vista, no la considero triste ni floja. Creo que es una película fuerte, oscura y en ocasiones cruel. Narra la dramática historia de Cuasimodo, el campanero de Nôtre Dame, que no es otra que una vida de abusos y maltrato aislado en la torre de la catedral de París.

Además el ambiente del film no es el habitual de éste tipo de películas. No hay una atmósfera dulce y colorista. No. Aquí nos adentramos en una ciudad de la edad media, oscura y llena de racismo, en la que las emociones están a flor de piel y en el que los gitanos nos son tratados casi ni como personas (unos temas complicados de entender para un niño, ¿no?).

Otro detalle que me ha encantado de la película y que me pasó inadvertido hace años fue la obsesión que sufre el malvado y retorcido juez Frollo con Esmeralda. Es una obsesión que sobrepasa la línea de lo amoroso y de los sentimientos, para pasar a ser una obsesión carnal. ¡Disney habla del deseo en una de sus películas! La verdad que no me lo podía creer…eso si, tengo que decir que si a alguno de los villanos Disney le correspondía el honor de ser el primero en “hablar de sexo” (en idioma Disney, claro) Frollo está totalmente a la altura. Es retorcido, cruel, manipulador, frío…y no contento con ello en cuanto puede se ensaña con los demás. Un malo de matrícula de honor.

Pero no todo han sido sorpresas buenas en la película. Pese a todo no podemos olvidarnos de que es una película Disney, así que no falta el mensaje moralista y educativo de todos sus films. Otro detalle negativo de la película son los personajes ñoños y estúpidos que añaden, no sé exactamente si para rellenar, o para hacer la película más atractiva al público infantil, pero desde luego las gárgolas, por mucha catedral y mucha iglesia, sobraban de la película.

Para terminar quisiera hacer mención a la banda sonora. El tañido de las campanas de Nôtre Dame que suena durante toda la película y la música son fantásticas.

Así que si un día no tienes nada que hacer y te apetece volver a valorar de cero una película te la recomiendo sin lugar a dudas. Seguro que cambias tu opinión sobre ella.

martes, 17 de mayo de 2011

Películas que no recomendarias ni a tu peor enemigo - La daga de Rasputín


Bueno hoy retomo la sección “Ni a tu peor enemigo” porque es realmente necesario avisar a toda la humanidad de la calidad de la película que hoy nos concierne, que no es otra que “La daga de Rasputín”. Podría dar perfectamente el aviso de esta y su predecesora (“El oro de moscú”), porque la anterior también tiene tela que cortar, pero esta la tengo recientita, y además aún llega a superar a la anterior.



La verdad que no sé por dónde empezar, porque la verdad desde el segundo 5 la película ya es mala, y le doy 5 segundos de no ser mala porque empieza poniendo “Enrique Cerezo” (que debe ser el productor) y el personaje me cae bien, pero vamos, a partir de ahí es todo un despropósito, hasta los créditos y el titulo, porque esa es otra, se llama “La daga de Rasputín” pero al principio de la película nos cuenta la gran historia del preciado objeto y resulta que Rasputín solo es uno de los que la han portado, así que para mí hasta el título está mal escogido.

Luego podemos seguir con el reparto, grande donde los haya, con los Serrano y alguna incorporación de lujo capaz de enseñar cachete y decir alguna que otra frase suelta o ser una “vieja gloria” de nuestro reparto nacional, incluso se permiten el lujazo de darle acento ruso a sus interpretaciones, simplemente delicioso.

La historia, pues básicamente como “El oro de Moscú” no hay por donde cogerlo, se inventan una excusa rellenar una hora y media de película, en la que salgan de vez en cuando alguna mujerzuela ligerita de ropa y poco más, porque la historia de ir buscando una daga que da el poder máximo a quien la posee, pues hombre está pillada mucho por los pelos. AH! No esperéis que durante la hora y media que dura se os escape ni que sea una sonrisilla, si acaso os podéis sonrojar de la vergüenza pero poco más.

Para rematar, por si acaso no quedaba suficientemente explícito lo mala que es, acaban con unos efectos especiales dignos ganar cualquier premio internacional, pero por su cutrez, eso si después de aparecer en la iglesia de un monasterios los ejércitos de medio mundo para conseguir la daga, una pasada vamos.

Lo dicho, si apreciáis vuestra vista y sobretodo vuestra vida, no perdáis 90 minutos de ella viendo esto,  que ya lo he hecho yo por vosotros.

lunes, 16 de mayo de 2011

Camino


Proseguiremos nuestro “Camino” en el blog con la película ganadora de 8 goyas del mismo nombre dirigida por Javier Fresser.

Camino nos relata la historia de una niña de 14 años, criada en el seno de una familia perteneciente al OPUS DEI, realmente iba a llamarla ultracatólica pero con decir del OPUS ya es decir algo semejante,  a la que se le diagnostica un cáncer terminal.  La historia transcurre entre sueños y hospitales, nos muestra la religión más fanática, o quizás en algunos puntos no tanto fanática como interesada, y sobretodo a una niña que si merece ser santa, por aguantar a semejante familia (Por si alguien no sabía la película está basada en la historia real de una niña de 14 años que murió en 1985, la cual está en proceso de canonización, bueno más que basada diremos que está inspirada, porque no creo que tenga mucho que ver lo demás con la historia de la niña).

En cuanto a las actuaciones hay que destacar tanto a Camino que me parece que esta explendida, como a su madre, que me genera una repulsión bastante grande lo cual dice mucho del personaje,  que se pasa la película vendiéndole a su hija que la muerte no es mala, si no que va a ver a Dios y que irá al reino de los cielos. 
Me gustaría destacar el momento en que Camino suelta la que para mí es posiblemente la mejor frase de la película “¿Quieres que rece para que tu también te mueras?”. La suelta con la sencillez del que realmente piensa que es lo mejor que te puede pasar, que claro la cara de la madre no tiene desperdicio, después de pasarse la película vendiéndole la moto, que menos que esa pregunta...

Y hablando de frases que me llamaron la atención el cura le dijo una a la madre que la verdad que también fue impactante, “Lo que está haciendo Dios con esta chiquilla es maravilloso”, la verdad no sé donde puede estar lo maravilloso en que una niña de 14 años sufra una enfermedad terminal, a la que le queda poco tiempo de vida y a la que debido a ello tiene delirios que hacen que cada uno interprete lo que más le convenga a lo que la niña sueña o dice en su delirio y esa es una de las partes que más me gustó de la película, junto con como muestra  el fanatismo excesivo de algunas partes de la religión, el como refleja el “cada uno ve y oye lo que quiere ver y oír” sobretodo en la parte final, cuando la niña en su fase más crítica empieza a hablar de Jesús, del amor que le profesa, ella no habla más que de un niño de su misma edad de la que ha quedado prendada, pero todos los religiosos presentes creen que habla de Jesucristo y la toman como aún más ejemplo para la comunidad religiosa.

En definitiva una película muy recomendable, que no te hace pasar un rato muy agradable por el contenido de la misma, pero que es muy merecedora de los premios recogidos

Puntuacion 7,7
Rudu
Dios ha hecho un gran trabajo con esta película

Aviso para navegantes: esta es de las de llorar, así que, si tenéis un mal día y ganas de desahogaros, es una excusa perfecta para echar unas lagrimillas sin levantar sospechas.

En esta película asistimos a la agonía de Camino, una niña de 14 años hija de una familia del Opus Dei, a la que después de un rosario de consultas y médicos le diagnostican una enfermedad dolorosísima y fatal que la acabará matando (y esto no es un espoiler, que lo dice la frase de promoción). A través del calvario de Camino, Javier Fesser nos muestra la filosofía y el funcionamiento de “La Obra”, tan centrada en el sacrificio para agradar a Dios que vive como una bendición lo que en cualquier otra familia normal supondría una debacle de dimensiones apocalípticas. La cercanía de la muerte, además, aparece cuando la niña está despertando y cuando descubre el amor y a través de éste Camino nos da una lección de vida impresionante. Es impagable el final proporcionado por la confusión entre el amor a Dios y el amor a Jesús (que no es lo mismo ni es igual, aunque lo parezca), un ejercicio de ingenio tremendo por parte del director que muestra a través de la metáfora la ceguera del extremismo religioso.

Mención aparte merece la madre de la criatura, que vuelca en sus hijas su anhelo de agradar a Dios hasta conseguir anularlas, pero de un modo tan sibilino que no te das cuenta hasta que es demasiado tarde. La odias durante la mayor parte de película, porque parece increíble la actitud que tiene hacia la vida en general y hacia la muerte de su hija en particular. Aún así, hay un momento en el que parece que muestra que es una persona de carne y hueso y consigue que te compadezcas de ella (impresionante trabajo de Carme Elías, ganadora indiscutible del Goya de aquel año). También hay que decir que esa simpatía es efímera, para qué negarlo.

También debo decir que las escenas de los sueños de Camino, aunque he leído críticas que las consideraban prescindibles o que incluso alteraban el ritmo de la trama, a mi me han parecido fundamentales para dar la visión de la niña en todo este asunto y me ha  gustado especialmente el toque un tanto “burtoniano” que tienen.

Es obvio que el Opus Dei no sale bien parado (considerar que Dios está haciendo un gran trabajo con una niña de 14 años que se está muriendo me parece espantoso), pero por lo poco que sé, parece que no se aleja mucho de la realidad.

En definitiva, muy recomendable tanto para ateos como para creyentes con criterio y voluntad propia. Ah! Y, aunque parezca mentira, deja buen sabor de boca.

Puntuación: 8,2

Reichel