domingo, 5 de junio de 2011

X-men. Primera generación

Ayer fuimos con Reichel a ver X-men. Firts class, o Primera generación, como se ha rebautizado aquí, con la intención de que yo hiciera una crítica en mi sección “Heroes de papel”, pero como que una vez vista la película creo que en realidad no se puede considerar una adaptación, ya que la cinta no tiene nada que ver con los cómics, y que, pese a ello, está muy bien, lo que haremos será hacer una crítica de la semana donde ella valorará la cinta des de un punto de vista más cinéfilo y yo os haré la valoración más friki.


Una inspiración, que no adaptación, que se erige en coherente precuela de la trilogía de X-men

Ante todo, tengo que decir que la película me gustó bastante, y en este sentido subscribo prácticamente todo lo que Reichel dice más abajo. Lo que pasa es que la cinta, más que una adaptación, es una inspiración que, a parte del nombre, poco o nada tiene que ver con el original.

El film, en teoría, está basado en el cómic del mismo nombre que se publicó en 2006, y que retoma los primeros pasos de la formación inicial de los X-men: Cíclope, Bestia, Ángel, Hombre de Hielo, y la Chica Maravillosa (Jean Grey), en la línea impulsada por Marvel en los últimos años, a través de diferentes proyectos (como los cómics Ultimate, sin ir más lejos), de reemprender las primeras historias de sus personajes más emblemáticos, redefiniéndolos y actualizándolos.


A partir de este concepto, y en la línea también de las últimas películas de superhéroes, que se centran en los orígenes de los personajes (como Batman Begins, todo el proyecto de los Vengadores o la proxima Superman. Man of Steel), se decidió impulsar una precuela de las películas de X-men, aprovechando así para explicar el comienzo de la relación entre Magneto y el profesor X, y el porqué de su enconada enemistad.

Pero la historia nada tiene que ver con los comics y ni siquiera los personajes son los mismos. De la formación original sólo se ha mantenido a la Bestia, se ha obviado a Cíclope (en cambio se ha puesto a su hermano Alex – Kaos) y a Jean Grey, así como al Ángel y el Hombre de hielo (aunque en este caso era previsible, ya que en la trilogía se les caracterizó como mucho más jóvenes). Por contra, se ha incluido a Mística, a Banshee, que en realidad –en los cómics– formó parte de la nueva Patrulla-X (como Lobezno, Tormenta o Rondador), al lado de personajes mucho más recientes en los tebeos como Ángel Salvadore o Darwin.

A parte de la inclusión o no de personajes, la historia nada tiene que ver con el original, en ninguna de sus versiones. Magneto y Xavier colaboraron, y fueron amigos antes de enfrentarse, pero en ningún caso fundaron los X-men. Moria Mctaggart tuvo una relación con Xavier, pero nunca ha sido agente de la CIA. El primer encuentro entre los X-men y Magneto tuvo que ver con una crisis relacionada con misiles, pero en ningún caso con la crisis de los misiles de Cuba. Y así podríamos seguir.

Aún con todo hay detalles que sí que están bien, como los trajes, que por fin se parecen más al original (incluyendo por tanto el amarillo) o el hecho de que el casco de Magneto le inmuniza ante los poderes mentales del Profesor X (cosa que en las anteriores películas no se había llegado a explicitar).

En cambio, la película mantiene una buena continuidad con la trilogía rodada con anterioridad, que creo que debemos agradecer a Bryan Singer (involucrado en la producción y autor de la historia original), en algunos casos cogida un poco por los pelos, pero bastante coherente. Así, por ejemplo, se ha incluido a Mística en la formación, para justificar porqué después, en la trilogía, la vemos con Magneto o se ha explicado porqué Xavier está en una silla de ruedas (aunque la explicación no tenga, como todo, nada que ver con los cómics). También resulta coherente la aparición de la Bestia, ya que en X3 daban a entender que se reintegraba al grupo, después de una larga ausencia. Finalmente, otro aspecto que resulta de interés es la fulgurante aparición de Lobezno, rechazando la invitación de Xavier i Lesher de unirse al grupo, haciendo así Hugh Jackman un cameo muy celebrado, y que además está muy acorde con la continuidad, porqué el Lobezno que aparece, en plenos años sesenta, y cuando el Proferor X y Magneto son poco menos que unos pipiolos, es un Lobezno ya adulto, pero es que resulta que Lobezno envejece muy poco a poco, gracias a su factor de curación, y tiene muchos más años de los que aparenta. En cambio, no se da el habitual cameo de Stan Lee, según declaraciones del propio Lee en Twiter, porqué “el rodaje le quedaba muy lejos”.

En definitiva, creo que X-men. Firts Class es una buena película, aunque no haya entrado a valorar sus virtudes como tal, que se erige en una coherente precuela de las tres primeras y que, al narrar el trasvase de Magneto a las filas de los villanos, se convierte en una especie de Venganza de los Sith, aunque la escena final, cuando Magneto aparece ya pertrechado con su apariencia habitual, resulte un tanto ridícula, más que nada por el traje, que no está muy bien logrado, y se quede a años luz de la imponente escena de la conversión de Anakin Skywalker en Dark Vader. Aunque, por contra, pienso que no hubiera costado nada hacer un restore, como se está haciendo con otras franquicias y reempezar bien, haciendo una buena película como esta, pero más fiel al original.

Sergi
Nota: 7

La recuperación de una franquicia en crisis

En esta crítica “freak” a dos manos a mi me toca el papel de la espectadora no iniciada en el mundo del cómic (aunque viviendo con un fan del género, alguna información tengo al respecto), así que en mi análisis me dará igual si son o no fieles a la historia, y me centraré en si la película convence.

Pues bien, esta película no sólo convence, hace algo más. El hilo de la trama es impecable y al final todo cuadra como en un puzle perfecto. Pretende explicarnos cómo los mutantes llegan a estar enfrentados entre ellos y, en parte, con la humanidad y lo consigue a través de un argumento entretenido en el que se nos presentan personajes conocidos de la saga, así como el inicio y evolución de la relación que se establece entre el Profesor X y Magneto y que a mi entender está muy bien reflejada. En este sentido tengo que decir que me encantaron algunos de sus diálogos. Las frases que se intercambian jugando al ajedrez nos marcan la visión de cada uno y empiezan a marcar el camino que seguirá la historia, lo cual me parece otro gran detalle de la película. En este que os cito, por ejemplo, los dos hacen toda una declaración de intenciones:

- “Escúchame atentamente amigo, matar no te traerá la paz
- La paz nunca ha sido una opción

Por lo que respecta a la trama me parece un acierto absoluto utilizar la crisis de los misiles como trasfondo del argumento. Esta situación sirve perfectamente a los planes del villano de turno y le da un toque de profundidad del que adolecen muchas de las de su clase. En esta historia sólo hay una cosa que no me cuadra y que me resulta poco creíble. Durante toda la película vemos una versión 1.0 de Magneto encarnada en el malísimo Sebastian Shaw. Si habéis visto la primera y la segunda X-Men, veréis que éste personaje es calcado a él y ese afán por destruir a la humanidad es exactamente el mismo que Magneto tiene en las dos primeras películas de la saga. En cambio, Sebastian Shaw es el “anticristo” del joven Magneto y, en consecuencia, debería encarnar todo lo que él no querría ser en esta vida, cuando al final parece ser que lo único que no soporta de Shaw es que matara a su madre, mientras que en todo lo demás podría haber sido su más fiel seguidor. Definitivamente para mi gusto aquí se han equivocado. Y hay otro fallo en la película, que no es de argumento propiamente, pero sí creo que es remarcable. En teoría los hechos pasan en 1962, pero si os fijáis, ni el vestuario de los personajes ni la ambientación en general nos dan a entender que estamos en esa época. En ningún momento vemos a nadie con un aire mínimamente sesentero y todos nos parecen de lo más actual.

En cuanto a las interpretaciones, debo destacar tanto a James McAvoy, que ha demostrado ser un grandísimo actor en trabajos anteriores y que mantiene impecable su nivel en esta película, como a Michael Fassbender, que está más que correcto en su papel de Magneto y más teniendo en cuenta con quién comparte protagonismo en esta película. Por supuesto, también hay que mencionar a Kevin Bacon, que tiene en su haber a algunos de los malos más repulsivos de la historia del cine y, por tanto, es un auténtico profesional en este arte, cosa que vuelve a demostrar en esta película.


A destacar: el cameo increíble de Hugh Jackman que proporciona uno de los momentos más hilarantes de la película.

Un trabajo excelente de recuperación de una saga que estaba en franca decadencia, después de X3 y Lobezno Origen, y una gran opción para pasar un buen rato.

Reichel
Nota: 7,1

4 comentarios:

ricard dijo...

Me ha parecido brillante, con ese aire jamesbondiano -en plena Guerra Fría, además-. Es verdad que no se han matado en la recreación de la época, pero tampoco lo he echado en falta, hubiese sido un adorno innecesario de una película que va al grano en todo momento. También debo decir que la identificación entre Magneto y Shaw me ha parecido perfectamente plausible. Un saludo.

miteshoro dijo...

Realmente una opción muy digna para pasar el rato, y en efecto bastante entretenida, es de las películas más dignas que ha hecho Marvel. Si bien algunas pelis de superhéroes son más pelis "de tíos", ésta se puede disfrutar incluso en pareja. Es intensa e imprescindible si has visto las otras pelis de X-Men, con buenos efectos especiales y un guión decente. Muy recomendable.

Daniel Bermeo dijo...

A mi me ha gustado bastante! Creo que es una gran cinta comercial con olor a buen cine; de esos films q ahora deben erigirse, pese a que como se dice no tiene mucha afinidad al comic, es la mejor entrega de la saga... Un saludo! Y muy buenas criticas.. =)

Sergi dijo...

Gràcias por todos vuestros comentarios. La verdad es que la pelicula es un salto de calidad, respecto a X3 o Wolwerine origins.

Saludos!