martes, 7 de junio de 2011

Películas que ya deberías haber visto: Precious


Señores, aquí tienen una joya del cine.
No nos vamos a engañar, es dura, muy dura, tiene imágenes y trata temas que no se pueden mirar con distancia y que, por supuesto, no dejan indiferente. Aún así el director no cae en la trampa del morbo ni elabora una trama en exceso melodramática. La vida de Clarisse Precious Jones es tristísima y le han pasado cosas horribles, pero en este caso no la acompañamos al fondo del abismo, aunque esté a punto de caer. Precious demuestra ser una adolescente fuerte, dispuesta a luchar contra sus circunstancias en el momento en que ve una oportunidad de hacerlo. Descubre un sentido a su vida y cambia el rumbo de su destino, pese a encontrarse en una situación de difícil retorno. En este camino vemos como sufre el maltrato, el desprecio y la humillación, pero siempre tenemos la pequeña esperanza de que saldrá adelante. 

El director urde una trama excepcional, sin trucos, sin evitar detalles dolorosos y poniendo en entredicho el funcionamiento, la fiabilidad y la eficacia del sistema social de los Estados Unidos, que más que ayudar a la gente a salir de circunstancias de pobreza o exclusión, parece que únicamente se dedica a perpetuar la situación, sin tener una visión real del problema y sin afrontarlo con seriedad. En una situación como la de Precious no se puede confiar en su entorno y en este casos los servicios sociales confían en él más que en ella misma, propiciando una situación que finalmente no es desastrosa porque Precious es lo suficientemente inteligente para buscar ayuda por su cuenta.

Gabourey Sidibe estuvo nominada al Óscar ése año por su interpretación en el papel de Precious y, francamente, aunque no se lo llevó, se lo merecía  porque nos hace sufrir, llorar y tener esperanzas en la raza humana con su grandísima interpretación. La que sí se llevó el Oscar a la mejor actriz de reparto fue Mo’nique, interpretando a su madre que es de todo menos “el nombre que le dan a Dios los labios y los corazones de los niños” (quién sepa de qué película es esta frase tiene premio).

No podemos decir que Precious,  tenga un final feliz, pero sí agridulce. No deja mal sabor de boca y resulta creíble, ya que un final al estilo Hollywood en esta historia no tenía mucho sentido.
Más que recomendable, indispensable.

3 comentarios:

Daniel Bermeo dijo...

Esta vez no estoy tan de acuerdo... La peli esta bien, pero me parece una terapia demasiado exagerada entre el racismo y la degradación. Ademas recuerdo que aquel Oscar a mejor guion adaptado devio ir a parar a manos de una joyita llamada Up in the air... Con todo en la diversidad de opiniones esta el gusto. Un saludo.

BeaClane dijo...

Comparto la opinión de que es una película dura y en la que el director hace un trabajo excepcional, se reflejan a la perfección aspecto que suelen taparse en el actual cine de Hollywood y vale mucho la pena, además las actuaciones son acongojantes. La película no cae en la exageración pero en mi opinión se lleva mucho al extremo, aunque esa opinión se torna positiva (desde el punto de vista crítico) cuando te das cuenta de que esto puede estar ocurriendo en cualquier parte. Sin duda una gran película.

La frase que has puesto, ¿El cuervo? Eso creo.

¡Un abrazo!

Raquel dijo...

Sí señor Bea!!! Es del Cuervo (ahora me tengo que pensar el premio, jejeje).
A mi me encantó esta película y en ningún caso me pareció exagerada, es más, creo que para ser una temática tan dura, no resulta morbosa.
Pero como dice Daniel, en la variedad está el gusto.
Saludos a los dos!!