viernes, 29 de octubre de 2010

Revisitando clásicos




¡Bienvenidos al mundo viejuno!

Hoy inauguramos sección y, dada mi condición de hermana mayor de estos dos individuos que monopolizan el blog, inevitablemente me toca a mí hacerme cargo de la recuperación de clásicos (algunos de los cuales, ya os lo digo, no serán tan antiguos como el de hoy, porque me reservo el derecho de incluir algún que otro “clásico contemporáneo”).
A lo que vamos. Para empezar con buen pie, el primer clásico a recuperar es “M, el vampiro de Düsseldorf” de Fritz Lang. Se estrenó en 1931 y está inspirada en la historia real del asesino Peter Kurten, detenido un año antes del estreno de la película y guillotinado dos meses después del estreno de la misma (pelín escabrosillo me está quedando esto…).

Es el primer film sonoro de Lang, cuestión que deviene importantísima, porque sin sonido no hubiera sido posible captar la atmósfera real de esta película, empezando por el canto de los niños y siguiendo por el silbido del criminal que precede i/o acompaña la “caza” (melodía que hemos escuchado en muchísimas ocasiones). De hecho hoy he descubierto que el silbido que escuchamos es del propio Fritz Lang, cosa que me ha parecido de lo más curiosa.

A parte del sonido, esta película no sería lo mismo sin su protagonista, Peter Lorre. Sin verter ni una gota de sangre, sin ver una sola imagen escabrosa o violenta, tan solo con su mirada, con su expresión, con su actitud, consigue que este sea uno de los asesinos más inquietantes de la historia del cine. Da auténtico miedo porque transmite perfectamente la imagen de ser perturbado y mentalmente enfermo.

Especialmente interesante me ha parecido el papel de los ladrones, mafiosos y gente de malvivir en general que, viendo acosada su actividad por la policía en su intento (infructuoso) por encontrar al criminal, toman el mando de la situación y se convierten en los adalides de la justicia. Una situación realmente paradójica, sin la cual no hubiera sido posible la escena final, en la que incluso se puede llegar a sentir lástima por el asesino.

Hay quién dice que esta película es también una alerta de la ascensión nazi, pero yo (como me pasó con La Cinta Blanca) no lo he sabido ver, más allá de la actitud marcial del jefe de los ladrones. Creo que va a ser que soy poco amiga de la metáfora (o que pierdo neuronas con los años).

Si no la habéis visto, buscadla, merece la pena.

3 comentarios:

Javier Simpson dijo...

Fritz Lang y Peter Lorre haciendo de actor de carácter, y de loco; es como si le pidieras a Jack Nicholson que hiciera de loco una gran película y lo hiciera mal (me viene a la cabeza lo que a la mayoría, supongo, El resplandor), eso es imposible. M, el vampiro de Dusseldorf es una gran película. Fritz Lang tiene pocas que no estén bien. Me viene a la memoria ahora Furia, en la que trabaja Specer Tracy, qué crack! Y que peliculón. Muy buen comentario, Reichel.

Javier Simpson dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raquel dijo...

Gracias Javi. Me has dado una idea para otra "recuperación" (qué grande El Resplandor y qué miedito...)