Bueno hoy retomo la sección “Ni a tu peor enemigo” porque es realmente necesario avisar a toda la humanidad de la calidad de la película que hoy nos concierne, que no es otra que “La daga de Rasputín”. Podría dar perfectamente el aviso de esta y su predecesora (“El oro de moscú”), porque la anterior también tiene tela que cortar, pero esta la tengo recientita, y además aún llega a superar a la anterior.
La verdad que no sé por dónde empezar, porque la verdad desde el segundo 5 la película ya es mala, y le doy 5 segundos de no ser mala porque empieza poniendo “Enrique Cerezo” (que debe ser el productor) y el personaje me cae bien, pero vamos, a partir de ahí es todo un despropósito, hasta los créditos y el titulo, porque esa es otra, se llama “La daga de Rasputín” pero al principio de la película nos cuenta la gran historia del preciado objeto y resulta que Rasputín solo es uno de los que la han portado, así que para mí hasta el título está mal escogido.
Luego podemos seguir con el reparto, grande donde los haya, con los Serrano y alguna incorporación de lujo capaz de enseñar cachete y decir alguna que otra frase suelta o ser una “vieja gloria” de nuestro reparto nacional, incluso se permiten el lujazo de darle acento ruso a sus interpretaciones, simplemente delicioso.
La historia, pues básicamente como “El oro de Moscú” no hay por donde cogerlo, se inventan una excusa rellenar una hora y media de película, en la que salgan de vez en cuando alguna mujerzuela ligerita de ropa y poco más, porque la historia de ir buscando una daga que da el poder máximo a quien la posee, pues hombre está pillada mucho por los pelos. AH! No esperéis que durante la hora y media que dura se os escape ni que sea una sonrisilla, si acaso os podéis sonrojar de la vergüenza pero poco más.
Para rematar, por si acaso no quedaba suficientemente explícito lo mala que es, acaban con unos efectos especiales dignos ganar cualquier premio internacional, pero por su cutrez, eso si después de aparecer en la iglesia de un monasterios los ejércitos de medio mundo para conseguir la daga, una pasada vamos.
Lo dicho, si apreciáis vuestra vista y sobretodo vuestra vida, no perdáis 90 minutos de ella viendo esto, que ya lo he hecho yo por vosotros.